Biografía
Nació en Brasil. Durante su infancia sufrió la pobreza y el
hambre, él tiene que ayudar a su familia desde muy temprana edad.
Además de esto,
se produce también
Gran Depresión de
1929 cuya vivencia despertó en
nuestro autor una gran preocupación por las personas necesitadas, y fue esto lo
que le ayudará posteriormente a formar su perspectiva educativa.
Estudió Derecho, Filosofía y se introdujo en la Psicología
del lenguaje. Cuando terminó sus estudios comenzó a dar clases de portugués en
una escuela secundaria.
Paulo Freire desarrolló además un método de alfabetización con
el que quería conseguir cambios personales en las personas. Participó en la
Campaña Nacional de Alfabetización en la que consiguió la alfabetización de 300
trabajadores rurales en un mes y medio. Por ello fue llevado a la cárcel en la que
estuvo durante 70 días.
Buscó refugio en Chile y fue allí donde encontró un espacio
político social y educativo muy rico y dinámico, donde pudo mejorar su método
asimilando la práctica y sistematizándola teóricamente.
Fue en Chile donde escribe su obra Pedagogía del oprimido.
Es de destacar también que en 1986 recibió el premio
internacional «Paz y Educación» de la UNESCO.
Hasta el último día de su muerte estuvo reflexionando y
debatiendo sobre la Educación en el mundo.
Su obra y su pensamiento ha sido hasta hoy un gran referente
en el ámbito de la educación, así como también su gran aportación sobre la
alfabetización.
Teorías pedagógicas
de Freire
Freire desarrolla su obra en un contexto marcado por la
“cultura del silencio” en la que observamos la
transición entre una
sociedad jerarquizada y
una sociedad democrática
en proceso, donde
el pueblo es el protagonista.
Este autor concibió en la educación como práctica de la
libertad al hombre como un ser inacabado que se integra en su contexto para
intervenir en él, no estando solo en el mundo, y que dispone de la capacidad de
transformarlo. Por lo que él defiende que si dentro del proceso educativo no
somos seres de “adaptación”,
sino de “transformación”, este
no puede limitarse
a transmitir conocimientos. La
educación debe tener como objetivo la liberación del individuo.
Defiende una pedagogía crítica manifestada como praxis
política y cultural, basada en el desarrollo humano en una interacción
sujeto-mundo. Se debe
producir la comprensión
de la realidad, devaluando las situaciones y
razones que determinan una práctica social, cultural y económica en un determinado
momento histórico. Además, el
hombre ha de
descubrirse a sí
mismo y tomar conciencia de lo que lo rodea.
La pedagogía crítica conlleva una educación liberadora y
utiliza un proceso de enseñanza basado en un aprendizaje dialógico (nadie
ignora todo, nadie sabe todo). Por lo tanto, para Freire, el ser humano es
un ser llamado
a la transformación y
ésta se consigue a
través de una
educación destinada a la
liberación del individuo
y basada en
una pedagogía crítica
de interacción con el
mundo.
Cree en la educación liberadora que haga al ser humano
pensar, en vez de una educación bancaria por la cual el conocimiento se
almacene sin crear ninguna reflexión que motive el aprendizaje. Es decir,
“educere” como ley: desde dentro hacia fuera como método de alfabetización.
Nadie educa a nadie, nadie se educa a sí mismo, las personas se educan entre sí
mediatizados por el mundo. Hay que hacer una lectura del mundo y hacer una
reflexión crítica del mismo. Según Freire, estamos mediatizados por nuestro
contexto y es a través de la interacción con el mismo de la manera que construimos
un conocimiento activo y crítico.
Respecto a la política, piensa que esta forma parte de la
naturaleza misma de la educación, ya que toda acción educativa no permite la
neutralidad. Pero eso no significa que el educador no imponga su propia
acción, lo cual
no implicaría una
actitud autoritaria y antidialógica.
Tanto educadores como educandos tienen derecho a tener sus propias visiones de
la realidad como cualquier persona.
La política es natural a la educación, pues toda educación
persigue un fin determinado, sustentado en unos valores determinados; no
conlleva imponer unas opciones, sino que cada individuo valore las suyas y
analice su coherencia o incoherencia: la educación son posibilidades y no
determinismos, la educación no lleva consigo un pensamiento neoliberal (las
cosas son así y no pueden ser de otra forma), sino transformador. Insiste que
se necesita tanto de formación técnica y científica como de sueños y utopía.
Hay que luchar
contra el pensamiento de
que las cosas
son así y descubrir, por
ejemplo, lo que históricamente puede realizarse en el
sentido de contribuir a una mejor transformación del mundo.
El método educativo
que propone Paulo
Freire es la
“problematización”, partir de
la realidad cultural del sujeto y
su universo temático para relacionarlo con las condiciones sociales culturales políticas
económicas, etc.
El modelo freirisiano de escuela es el de una escuela
pública y popular con tres objetivos:
1. Ampliar el acceso y la permanencia de los sectores
populares en la escuela. La escuela no debe estigmatizar sus intereses y
lenguaje, sino transmitir el lenguaje culto a través de su propio mundo.
2. Democratización del poder pedagógico: Consejos escolares
que no sean únicamente consultivos, sino que participen en la política para
mejorar la escuela
3. Calidad de la educación, que se vehicula a través de dos
vertientes:
à
Propuesta de un currículo interdisciplinar-> el objetivo es llegar a la
transdisciplinariedad.
El educador debe partir de las experiencias de los alumnos,
profesor, gente, y realizar una educación no compartimentada. Trabajo
colectivo.
à
Formación permanente del profesorado, actualización y pedagogía del diálogo.
‘’Para Paulo Freire el dialogo es la mejor herramienta para
acercarse a los problemas de las personas’’
Del diálogo con la gente nace el método de alfabetización de
Freire: codificar la forma de vida de la gente en su espacio social y entender
lo que se esconde tras sus palabras.
Freire señala tres momentos para la praxis alfabetizadora:
• Investigación temática (descubrir el mundo vivido por lo
adultos a través de sus palabras frases modos de hablar).
• Codificación o simbolización de esa realidad concreta
(dibujos cartillas).
• Decodificación (desvelar la realidad para transformarla).
Freire persigue la promoción de la interacción “escuela-sociedad”,
que consiste en la creación de unos círculos de padres y profesores. Estos círculos no contemplan encuentros
teóricos ni académicos, sino reuniones de debate para hablar de problemas escolares,
tomar conciencia social y adquirir hábitos de participación.
Freire propone que puede haber escuela en cualquier espacio,
pues no se trata del lugar, sino de construir conocimiento y conciencia social
para transformar el mundo: el currículo escolar debe unirse, inseparablemente,
a la realidad social.
Repercusión de la
pedagogía de Freire
Paulo Freire ha supuesto un avance en la teoría educacional,
al proponer un modelo convergente de varias disciplinas científicas y
humanistas, así como la concepción y la idea de hombre como una figura
renovada, partícipe de un mundo mejor.
Su teoría, se ve claramente influenciada por la clase
obrera, aunque es apta aún hoy para cualquier persona y situación, ya que se
basa en el diálogo como herramienta del progreso humano, así como la formación
personal y la
educación propia de
la persona basada en
el descubrimiento y la construcción
personal.
Hoy día se
están realizando proyectos
educativos cuyos objetivos
son el desarrollo
pleno de la persona como ente libre y capaz, basados
en el ser para poder hacer, junto con la apertura de mente en todos los campos,
incluso el político. Freire defiende que todos somos políticos, y que existe
una estrecha relación entre política y educación.
Freire, no solo por la época que vivió, si no por su teoría,
es un autor moderno, actual, reciente. Su teoría, o parte de ella, forma parte
de la educación de países punteros en el desarrollo educativo y personal.
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